Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

lunes, 17 de diciembre de 2012

(173) Final de una larga y bonita etapa.
Pero aviso: me voy sin irme

Fine di una lunga e bella tappa.
Attenzione, però: me ne vado senza andarmene


Una de muchas mañanas, en el chroma.
Se dice pronto. Una docena de años, todas las mañanas de lunes a viernes, ante las cámaras para contar cómo lo cuentan los demás. Al principio, sentado; luego, me puse de pie inventando la reseña en chroma (inspirándome en la méteo, claro) y sucesivamente pasé del contenido de la prensa papel a la actualidad en uno de sus últimos soportes, el digital vía web.
  En medio hubo reportajes de todo tipo y desde varios lugares. Conté en directo desde algún lugar del Sahara mis aventuras solidarias y sanitarias entre “mis” nómadas. Me fui a Florencia para ver si Lisa Gherardini, esposa del Armani de su tiempo, era de verdad quien posó para Leonardo. Desde el Coliseo romano conté qué se hace con el papel de los periódicos cuando ya se han leído. No me privé de meter el dedo en el ojo a la Historia con esa película diaria (un trabajo peliagudo de montaje, cada mañana) en la que, bajo el genérico “Efemérides”, hacía amena divulgación y de paso arreglaba mis cuentas con personajes de todo tipo y de cualquier época.
  Muchas cosas, muchos momentos, muchos compañeros. Sobre todo compañeras, a las que más he dado la lata a veces con trabajos ingratos, apresurados y no exentos de alguna que otra complicación.

El viernes de mi última intervención. No están todos los que son, pero son todos los que están.

  No, no busquen nombres. Ni los de quienes han aparecido en pantalla como tampoco de los y las que en la tramoya de dirección, redacción, realización, grafismo, producción, documentación, web, secretaría, técnicos, systems, hasta maquillaje, cafetería y azafatas, han tenido mucho o algo que ver. Sin ellas y ellos – yo  creo firmemente en el trabajo de equipo – no hubiese sido lo mismo. Y no quiero olvidar a todos los que, sin tener relación directa con mi colaboración, han sido interlocutores de una charla, una broma, un momento de cordialidad o de complicidad. Compañeros.
¿La verdad? Cuando les informé de que les dejaba,
supieron contener el entusiasmo… jajaja…
  Como tampoco hubiese sido lo mismo sin la complicidad, la broma, esos desayunos del equipo del Matinal en los que yo actuaba – no sé bien si me apropié del papel o me lo asignaron – como polemista. Tampoco hubiese sido lo mismo sin la disponibilidad de cada uno para echar un cable aunque fuese saliéndose de su estricto papel o cometido. Lo dicho: he sido parte, he convivido todos estos años de mi colaboración matutina con Informativos Telecinco, con un grupo de personas que ha ido renovándose y entre las cuales, al final, me quedé con el papel del veterano.
  Decía que no voy a citar nombres y no lo hago porque serían muchos, muchísimos, y cualquier omisión sería imperdonable. Sobre todo, injusta.
  Pero voy a recordar cabeceras, denominaciones, Fue la “Mirada Crítica”, en algunos años “Buenos días” y ahora es el “Matinal”. Con la actualidad en todas sus facetas, las entrevistas, la méteo, los apuntes deportivos y económicos y, por lo que me concierne, el repaso a mi manera a lo que otros compañeros de profesión han contado en sus respectivos medios de información. Sin privarme de introducir alguna que otra chispita para suscitar la sonrisa o un input que llevara a un momento de reflexión.
  Así lo he hecho. Con entusiasmo y horas de dedicación que luego se traducían en minutos de pantalla cuyo resultado sólo Uds. han podido y podrán juzgar.
  Bien. El viernes 14 de diciembre, hace pocos días, cerré esa larga etapa y en mi última intervención me despedí con un “Hasta aquí hemos llegado”. Ha sido el final de una larga experiencia, paralela al trabajo para mi periódico, a mi ininterrumpida presencia radiofónica y a intervenciones en foros de variada naturaleza.

14 Diciembre 2012. Unos segundos después
decía: "Hasta aquí hemos llegado".
  Pero no ha sido El final. Siempre tuve claro que nací queriendo ser periodista y que moriré periodista. Y así sigo y seguiré intentando perseguir esa “honrada subjetividad” con la que me casé cuando, hace una infinidad de años, me di cuenta de que si hay una entelequia esa es la objetividad a secas. Pues nunca la he perseguido.
  Escribía Giuseppe Tomasi di Lampedusa en “Il Gattopardo”: «Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie». Pues ni así ni todo lo contrario. Pero hay que evitar quedarse estáticos, la vida requiere cambios.
  Por eso, no me voy a quedar quieto. Seguiré en la brecha. Pues atentos al papel, al altavoz, a la Red y a la pantalla.
  Gracias por la colaboración y compañerismo a muchos que conozco y gracias por la atención a muchos más, a los que no conozco y que me honraron con su atención.

  Y, por cierto,
a todos deseo unas




Y no quiero olvidar el simpático video
coreografiado, rodado y montado
por el equipo del Matinal
justo en mi último día con ellos.
"Gangnam"

jueves, 29 de noviembre de 2012

(172) Y con una frase se reescriben milenios de Historia Universal del pensamiento…
Ya sé: "Spain is different"

E con una frase si riscrivono millenni di Storia Universale del pensiero...
Lo so: "Spain is different"



Alberto San Juan: 'No hay intelectuales de derechas'





 
 
¡Vale!
 
E vabbè...
 
 
 
DRAE
 - anteojera. 2. f. pl. En las guarniciones de las caballerías de tiro, piezas de vaqueta que caen junto a los ojos del animal, para que no vean por los lados, sino de frente. Apl. a pers., u. t. en sent. fig.
 
DIZIONARIO GARZANTI



- paraocchi. n.m. invar. la parte dei finimenti del cavallo che ripara lateralmente gli occhi dell’animale per evitare che si adombri | avere, mettersi i paraocchi, ( fig.) ignorare o voler ignorare cose evidenti | lavorare, procedere con i paraocchi, ( fig.) procedere in una determinata attività senza tener conto di quanto gli altri dicono o fanno nello stesso campo





miércoles, 28 de noviembre de 2012

(171) ¿Libertad de expresión? Más bien la “ley de la selva” vestida con ropaje pseudodemocrático
Libertà d'espressione? Direi "legge della selva" ammantata di pseudodemocrazia


No es que a estas alturas de la película uno se extrañe, se asuste o se escandalice fácilmente por lo que ve, escucha y lee.
  Tampoco se trata de clamar cada vez que se asiste a la obsesiva reiteración – a lo mantra, para que nos entendamos  - de filias o fobias que rezuman odio, ideología, posesión de la verdad y superioridad moral de una y otra parte del espectro político.
  Ni siquiera me refiero a un ya imposible estupor ante la retahíla de proclamas, soflamas, logoeructos y  recopilaciones de no-argumentaciones casi siempre basadas en la más ignorante y barata de las demagogias. Las de izquierda, derecha, arriba y abajo.
  Y no piensen que, por muy demenciales que puedan parecer muchísimos comentarios en foros, miles de tweets o cientos de blogs, uno se sienta más marciano en esta realidad que de virtual sólo tiene la forma. Es real, muy palpable y parte integrante de la sociedad en la que vivimos.
  Es decir, es lo que hay.
Trabajador en una cloaca urbana
  Lo que aquí sí quiero plantear en voz alta es una serie de preguntas como periodista que ha tocado a lo largo de muchas décadas todos los palos de la profesión. Desde el papel que acaba en el kiosco hasta la radio y la televisión que entran en los hogares, pasando por la web, las redes sociales, los blog y otras formas de comunicación. Comenzando por la antediluviana FidoNet (recordarán los viejos del lugar esas pantallas ámbar, los acopladores acústicos…) o el francés Minitel, la IRC… etc.  
  Me refiero a los contenidos, no a la forma con la que se presentan. Y aquí van las preguntas.
  ¿Es una legítima manifestación del tan cacareado e ilimitado “derecho a libertad de expresión” consentir que cualquiera pueda escribir lo que le viene en gana en los comentarios de, por ejemplo, muchos “periódicos de referencia” en su versión on line?
  ¿Son aceptables el insulto, la acusación más grave sin fundamento o prueba, la explicita calumnia, la mofa a creencias profundas de todo tipo, la injuria con saña y epítetos de todo tenor y la más insultante denigración del próximo?
  ¿Son “progres” la barra libre y la ley de la selva?
  ¿De verdad se ha propagado tanto esa enfermedad tan acomplejada que confunde el respeto de las más elementales normas de la convivencia con la censura (“porque, ya sabes, aquí tuvimos una dictadura”)?

Cloaca - Antiguos "Sewer flushers"
  Éstas y decenas de preguntas del mismo tenor surgen legítimas y espontáneas viendo, escuchando, leyendo. Sobre todo si, aun conociendo desde dentro esta sociedad, se ve todo con ojos “foráneos”, muy poco acostumbrados a que “medios de calidad” o “medios de referencia” (así se autoproclaman) dejen colar lo que sea y, mayoritariamente, de forma anónima.
  Hablando de responsabilidades, decía mi  abuela materna que es tan ladrón quien roba como quien sujeta el saco del botín o quienes facilitan el vehículo para trasladarlo a buen recaudo.  ¿Es esa la función que han elegido aceptar y garantizar, día tras día, los medios que ofrecen tribunas sin control y donde impera el todo vale?

miércoles, 14 de noviembre de 2012

(170) Hay huelgas y Huelgas. Éstas son Reales



A las afueras de Burgos se encuentra este monasterio de monjas cistercienses fundado en el siglo XII por el rey Alfonso VIII de Castilla. Fue sede de la corte castellana durante la Edad Media y contempló numerosas coronaciones reales.
  Su abadesa llegó a tener tanto poder que sólo dependía del Papa y, en aquellos convulsos tiempos medievales, llegó a ser más importante que el propio rey de Castilla.
  El conjunto tiene aspecto de fortaleza, destacando su iglesia cisterciense, un magnífico panteón de los reyes de Castilla, su sala capitular y un curioso museo de telas medievales.


Congregación Cisterciense de San Bernardo de España o de las Huelgas Reales (femenina).
  Esta Congregación de la OCSO nace en 1994 con la integración de aquellos monasterios de monjas que si bien históricamente pertenecían a la Orden Cisterciense de la Común Observancia, habían iniciado un progresivo acercamiento y vinculación espiritual con la OCSO, promovido por el hecho de la práctica inexistencia de monjes O.Cist en España.

  Tras el proceso pertinente, los monasterios aglutinados en la Congregación de San Bernardo se integraron de manera definitiva en la OCSO.



El Monasterio de las Huelgas Reales, también llamado de Santa María la Real de las Huelgas, es un monasterio femenino de Valladolid, de la orden del Císter. Su fundación se remonta a los tiempos en los que se comenzaba a levantar la segunda muralla de la ciudad y el Palacio en la Magdalena, lo que indica que había una situación social revuelta hacia 1300.
  La reina María de Molina, fundadora de este monasterio, durante las regencias de Fernando IV y Alfonso XI se apoyará en el Concejo de Valladolid frente a la nobleza.
  Fue María de Molina, quien hizo donación de su propio palacio para la construcción de este monasterio en el año 1282, que perteneció a la orden del Císter, emulando a Leonor de Plantagenet, esposa de Alfonso VIII, que había patrocinado la fundación de Las Huelgas Reales de Burgos.

lunes, 5 de noviembre de 2012

(169) El enano de Radio Nacional de España, silencioso y discreto estajanovista en Prado del Rey


No me pregunten, porque no me acuerdo, ni tampoco he encontrado a alguien, sobre todo entre técnicos y realizadores, que esté en condición de indicarme una fecha concreta. Pero la sensación que tengo es de que a ese pequeñín infatigable le conocí por lo menos hace una veintena de años. La primera vez le vi en el Estudio 102, el de apoyo al principal, el mítico 101 desde donde ahora mismo – en diferente ubicación y con la tecnología y la estética más moderna – se “fabrica” la casi totalidad de lo que Radio Nacional de España, Radio 1, emite a lo largo de cada día.

Prado del Rey - Casa de la Radio
Y ahí sigue el pequeño, aunque ahora se ha mudado definitivamente al 101. Siempre en el lado derecho de la mesa de control, ya no prestando sus preciosos servicios de antaño, pero con los ojos y los oídos bien abiertos a todo lo que a su alrededor acontece, a este lado y a los otros dos de las cristaleras que separan – y unen –  la sala de realización, el estudio propiamente dicho y el control de continuidad de RNE.

 Nunca supe quien lo trajo a Prado del Rey. Entre las nieblas del tiempo, creo entrever ese movimiento, de hace muchos años, que se proponía liberar a los enanos cautivos en los jardines del mundo. O a lo mejor fue él mismo quien decidió emanciparse y subir a la Casa de la Radio para echar un cable. Y su utilidad fue inmediata. Como un compañero más a quien dirigirse cuando el técnico, por ejemplo, se encontraba solo y no necesitaba prestar mayor atención que la de controlar rutinariamente la emisión de un programa grabado. Y también como un colaborador activo en el que cada día de estas últimas décadas ha sido su real cometido, nada banal, más bien imprescindible.

RNE Radio 1 - El enano en la antigua mesa de multiplex.
El enano en la antigua mesa de multiplex
En el anterior estudio, que se utilizaba también para las conexiones multiplex con las sedes regionales de la radio pública, la mesa de control era muy ancha y partida en dos sectores. Llena de teclas, pulsadores, pilotos, switches y potenciómetros, podía ser gobernada con no mucha agilidad por un solo técnico, pero cuando todo se hacía peliagudo era en el momento del control de muchos canales simultáneos. Y eso porque, por esa separación de la mesa ya descrita en dos secciones y por el gran ancho derivado, nadie podía extender los brazos lo suficiente para gobernar por un lado múltiples mandos y, al mismo tiempo mantener pulsada una tecla ubicada en el extremo derecho. Ya, una tecla que tenía que ser pulsada continuamente, porque no permitía la retención, y que quien proyectó la mesa ubicó justo en el borde derecho del conjunto.

Con el pulsador bien apretado
Y ahí se reveló precioso, indispensable e impagable – repito, por algunas décadas – el trabajo paciente y discreto de nuestro amigo enano.  Un pequeñín que ha sido y es el compañero fiel de quienes vigilan y garantizan que lo que Radio Nacional emite llegue a nuestros receptores con la mejor de las calidades hoy posible. Un trabajador sin pretensiones que ha escuchado en silencio gritos de júbilo y momentos de nerviosismo y enfado. Un pequeñín que ha tenido el privilegio de ver a técnicos, periodistas, políticos, artistas, científicos y a toda suerte de frecuentadores de un estudio radiofónico como el de Radio Nacional,  y escuchar – calculo –entre 150.000 y 200.000 horas ininterrumpidas de programación.
Control del actual Estudio 101
  Aquí quería recordar muchas de mis mañanas, tardes y noches en esos estudios. Quería recordar rostros y nombres de periodistas, técnicos y realizadores con los que en muchos momentos hemos sido compañeros, codo con codo, de ese trabajador infatigable. Pero sería por un lado una larga lista de nombres y por otro lado el riesgo de una imperdonable omisión me contiene. Y sin embargo en mi memoria creo que no falta nadie. Les estoy viendo, y a algunos sigo viéndoles, como si fuera hoy mismo.

Hoy sólo quiero sacar del anonimato y rendir tributo a un colaborador de Radio Nacional que no puede seguir siendo un desconocido. Si nos escuchan, y sobre todo si nos han escuchado a lo largo de las últimas décadas, sepan que un precioso granito de arena lo ha puesto también ese callado y modesto pequeño gran personaje que tengo el placer de presentarles.
Gracias amigo, compañero
Y aquí estoy en mi lugar habitual, en el novísimo Estudio 101, el principal de Radio Nacional de España

miércoles, 24 de octubre de 2012

(167) José Ramón Hepburn y José María Peck. Vacaciones romanas y parisinas a toda música
José Ramón Hepburn e José María Peck.
Vacanze romane e parigine a tutta musica

¿Qué les voy a decir yo de José María Íñigo y de José Ramón Pardo y viceversa, de esa extraña pareja con largos recorridos en el periodismo, en la música, en el espectáculo, en el entretenimiento y en la divulgación?
  Quienes tienen la amabilidad de acompañarnos los fines de semana, en No es un día cualquiera de Radio Nacional de España, bien saben que hay momentos en los que ese binomio significa música, canción, grupos, crooners, rockeros, anécdotas de artistas, curiosidades, historia de varias décadas de música en todas sus expresiones, sobre todo la ligera.
  Ni Pardo ni Íñigo escriben música o canciones. Pero conocen ese mundo a fondo, tienen gusto y olfato y saben escoger. Que es lo primero que hacemos los periodistas: seleccionar y así ponerle nuestro personal acento a creaciones ajenas.
  Aquí su última selección, que acaban de presentar y lanzar. Son 66 piezas que han marcado, en italiano y en francés, muchos años de muchos de nosotros. Es una selección que comparto y suscribo, que – sin abandonos a estériles morriñas – me retrotrae a años que recuerdo como si fuera hoy mismo. Muchas de esas canciones las tengo en el despacho, me acompañan en el coche, sigo tarareándolas o canturreándolas en semáforos, autopistas y pistas de mi desierto.
  Esa extraña pareja me ha pedido que escriba algo para la libreta que acompaña el volumen con los tres discos. Aquí tienen unos párrafos que escribí. Pero más allá de esas palabras, en esas canciones hay parte de mi vida, de la vida de muchos.













  «Si fuera un hijo de la costa adriática romagnola y me llamara Fellini, diría que este largo paseo por la canción italiana de algunas décadas es un auténtico “amarcord”, un “me acuerdo” al que le podría poner por un momento el acento gallego de la morriña. Los de estas canciones eran los años del guateque, que en Italia llamábamos “festa”, un genérico que asumía toda su connotación juvenil de reunión con música, chicos y chicas, cuando esa palabra, con intención programática, la pronunciábamos a partir del miércoles y mirando a la tarde del domingo.
(…)
  Pero está claro que no vengo de la Romagna y más que “amarcord” tendría que decir “Je me souviens” porque vengo de ese Piemonte que tuvo en su reino a Córcega y a la Saboya y por capitales a Torino y Chambery. Y es por eso que – además, estando a poco más de tres cuartos de hora de Francia - la canción francesa era tan nuestra como la italiana. Nos enamorábamos, las tardes de los domingos, con “Il cielo en una stanza” de Gino Paoli, nos poníamos colorados con “Roberta”de ese rey del “piano bar” que era Peppino di Capri, y no nos resistíamos a esa promesa meteo-romántica de “Le jour où la pluie viendra” con la voz dramáticamente cálida de Gilbert Bécaud.
(…)
  No, escuchando este magnífico carrusel de canciones no hay morriña. Sólo el placer del recuerdo. Acompañado por la música. Esa música que nos vio crecer».
Josto Maffeo 




























Algunas imágenes de la presentación del álbum, con muchas caras y voces conocidas y música. Esa música…  
 

lunes, 8 de octubre de 2012

(159) A ver si se enteran, esos retrasados carcas ahí fuera…
Vediamo se imparano, quei retrogradi là fuori…







Lo bueno de tener los pies entre varios países es que al final te sientes poco o nada parte de según cual contienda. Observas y almacenas. Luego pasas todo por la turmix y sacas tus consideraciones, pero siempre desde una prudencial distancia que pone a salvo de salpicaduras.
  De estos largos años dedicados a observar, intentar comprender y tener que relatar y explicar los aconteceres de varios países, con mucha dedicación a la Península Ibérica, quiero traer a colación unos recuerdos. Recuerdos de ciertos periodistas del tardofranquismo, la mayoría bastante conocidos y cada uno con sus propias tendencias, ideas e ideologías.
  Algunos solían escribir de jefes de estado y de gobierno o de más líderes extranjeros para, entre líneas, enviar mensajes internos que de manera directa en España no hubiesen pasado la censura.
  Otras plumas, articulistas y editorialistas - los más - se veían a sí mismos tan conocidos, tan escuchados y leídos, que de verdad creían poder hasta condicionar la política y los resultados electorales de otros países.
  De estos últimos yo sigo viendo hoy mismo a los legítimos herederos. Los veo en los medios y en las firmas, unos y otros convencidos – con unas cuantas líneas y unos titulares que ni siquiera llegan a las reseñas de prensa del resto del mundo – de poder influir en ideas, estrategias, decisiones y resultados.
  Algo de esto impregna ciertos - numéricamente no despreciables - sectores de la sociedad. Se les lee en foros y redes sociales de Internet todos los días: pontificando, censurando, dando instrucciones, pero siempre vagas soluciones, para los supuestos o reales problemas del resto del mundo. Sobre todo en cuestiones que tienen que ver con la economía, la supuesta modernización o la pretendida necesidad de que otros países, otros ciudadanos en sus casas, cambien hasta radicalmente su propia manera de ser y de vivir.
  Es algo muy singular este fenómeno del último en haber llegado al bienestar (a pesar de la contingencia de la crisis económica general) y a la democracia que da lecciones al resto de Europa y del mundo. Ese bien conocido y atávico “¡Te lo digo yo…, so carca!”.
  Llevo una larga treintena de años asistiendo, aún estupefacto, a este fenómeno que nunca he conseguido transmitir y explicar razonablemente a mis lectores, allende los Pirineos. Me declaro incapaz, aunque indicios para encontrar el origen, los orígenes, tengo unos cuantos. Pero me los guardo o me arriesgo a que quieran darme lecciones de no sé qué.

Post scriptum – A raíz de algo que concierne la estricta actualidad, pero también como norma general: no estaría mal, antes de opinar con vehemencia casi talibana, estudiar algo de relaciones internacionales, usos, protocolo general y específico en lo bilateral entre Estados y otras peculiaridades históricas y del derecho internacional.


"Si los españoles habláramos
sólo y exclusivamente
de lo que sabemos,
se produciría un gran
silencio que
nos permitiría pensar"
 (Manuel Azaña)
 


jueves, 4 de octubre de 2012

(158) Eufemismos y omisiones, deporte de muchos medios “de calidad” o “de referencia”.
Por cierto, y Obama-Romney ¿qué tal?

Eufemismi e omissioni, sport preferito di molti media “di qualità” o “di riferimento”.
A proposito, l’Obama-Romney com’è andato?




Esta mañana, en Twitter, escribía que no le compraría un coche usado a Romney pero tampoco le vendería uno a Obama. Quien me conoce o tiene ocasión de intercambiar opiniones conmigo, bien sabe que nunca me “enamoré” del inquilino de la Casa Blanca – como ocurre con demasiado mitos efímeros de nuestros tiempos, aquí mismo también – ni tampoco me han entusiasmado la personalidad y muchas ideas del contrincante republicano.
  Sólo quiero matizar que no se trata de programas o de visiones y propuestas de soluciones para esta crisis económica de dimensiones planetarias. Mis prioridades, a la hora de conectar o no con un político, van hacia su línea ética y moral, su humanismo, su sentido – sincero – del bien común y el respeto del individuo, del ciudadano. Apunto alto, ¿verdad? Pues sí, y será por eso que doy gracias a Dios de no poder votar por obvios motivos de nacionalidad, en el caso de España, y por la excusa de la lejanía, relativa pero real, con relación a Italia. Ya sé. Me he buscado, o la circunstancias me las han ofrecido, dos discretas coartadas que sin embargo me facilitan la ausencia de pasión y la posición de observador escasamente implicado.
  Pero estoy desviándome de lo que quería resaltar y que, una vez más, esta mañana muchos medios han puesto en evidencia. No es otra cosa que la importancia de prestar atención no sólo a lo que un medio de comunicación escribe, sino también a sus omisiones, sobre todo cuando son frecuentes, reiteradas, unidireccionales.
  Esta mañana, recién concluido el primer debate Obama-Romney, era más que evidente que a muchos medios - en primera línea a los que se autodefinen o insinúan “de calidad” o “de referencia – les costó y mucho dar la noticia. Contrariamente a lo que ocurre con la contundencia de debates en este mismo país, esta mañana costó una barbaridad decir al lector, en el titular o por lo menos en las primeras líneas del texto, quién había salido ganador y quién tendría que considerarse perdedor de este primer round. Un medio de los “importantes” tardó nada menos que una treintena de líneas en su pieza principal de crónica-análisis.
  “Centrados en la economía”, “Agresividad de Romney”. Pero tanto costaba decir inmediatamente y con claridad lo que espera alguien que ha quedado aislado un domingo y pregunta: “¿Ha ganado el Madrid o el Barça?”. Claro que costaba y por eso, eufemismos y omisiones a mansalva. Tomen nota. Con omisiones se lavan más cerebros (o se intenta) que con afirmaciones.
  “De referencia”… Hagan el favor, que somos viejos del lugar y de la profesión. Sobre todo, no tontos ni tan forofos hasta la ceguera. Y no tarda mucho en aparecer algún niño que, apuntando, pone en evidencia que el rey está desnudo. En pelotas y ante todos.

martes, 25 de septiembre de 2012

(157) Gracias, Don José Arcas. Ud. bien sabe que no se trata de ser héroes. “Sólo” de ser seres humanos. Muy humanos.
Grazie, Signor José Arcas. Lei ben sa che non si tratta di essere eroi. “Solo” di essere esseri umani. Molto umani.

Quien me conoce o tiene referencias de mi larga trayectoria en la vida y en la profesión, sabe muy bien cuánto, a lo largo de décadas de frecuentación, he llegado a querer a esas gentes, a esas latitudes y a sus landas urbanas, rurales y desérticas.
  Pero hoy, perplejo ante la pasividad y la connivencia de algunos, quiero expresar mi admiración hacia un hombre que ha hecho honor a sus instintos más nobles: salir, sin pensar en posibles riesgos, para ofrecer su apoyo y amparo a la más débil en el momento más necesario.
  No conozco a José Arcas y me gustaría conocerle. Para cruzarme con su mirada, sin duda la de alguien que responde a impulsos con cerebro y con mucho corazón.
  Me gustaría conocerle, y no lo excluyo, para estrecharle la mano, sin duda fuerte, y quedarme con la sensación de un apretón que merece la pena recordar.
  Gracias, Don José Arcas. Me ha alegrado Ud. el día y me ha confirmado que siempre merece la pena.


Léalo en El Mundo

jueves, 20 de septiembre de 2012

(156) La mejor ciudad para suicidarse… y otra (real y virtual) para odiar a destajo…
La miglior città per suicidarsi… e un’altra (reale e virtuale) per odiare a cottimo…
























En los ’80, en un artículo en las páginas de Cultura (y por tanto con ciertas licencias literarias y concesión de “imágenes”) a propósito de la decadencia, de la “saudade” y del aspecto de esa Lisboa, escribí en mi periódico que la capital portuguesa podía ser “la ciudad ideal para suicidarse”.
  Era evidentemente una imagen, lejos de mí la incitación a quitarse la vida o la voluntad de desprestigiar una ciudad que he vivido mucho y de la cual he contado sus avatares a partir de la Revolução dos Cravos.
  Pero ese artículo no pasó desapercibido y, además de algunos amigos portugueses, se me enojó incluso el entonces embajador lusitano en una capital europea.
  Con el recuerdo de esa imagen y de ese artículo, ahora, con la observación cotidiana y viviendo cada minuto de esta misma sociedad, casi podría atreverme – siempre con alguna “imagen” – a escribir una larga pieza sobre Madrid.
  Y correría el riesgo de que se me escapara alguna afirmación como: “Hay pocos lugares, como Madrid (o sus redes sociales), en los que se perciba un mejor caldo de cultivo para el odio, el odio visceral que no deja espacio para acercarse con respeto a las razones del otro”.
  Pero sería una percepción incompleta, porque la observación de cada día, acentuada en los últimos años, me llevaría a salir de la capital y dar un amplio garbeo constatando más de lo mismo. Con todas su excepciones, claro.
  No creo que lo escribiré. ¿Para qué echarle más gasolina al fuego de los incendiarios militantes de un odio que se guarda en las tripas y se ostenta como oro en paño?


martes, 18 de septiembre de 2012

(155) Sigo creyendo que Victor Hugo anduvo observando y escuchando. Hacia el sur…
Continuo a credere che Victor Hugo camminasse osservando e ascoltando. Verso il sud…




¿Para qué alargarse, cuando se puede expresar con pocas frases y por la vía de la paradoja?

 Como lo pienso – a través de una larga constatación, empírica pero de una evidencia accesible a cualquiera que no esté cegado por sus propias filias, fobias frustraciones, miserias, odios, rabias, rabietas y fantasmas – pues así lo digo.

  Ya sé que la Historia y la Historia de la Literatura indican bien otra dirección, tiempo y lugares. Pero yo me resisto. Más bien, no creo muy verosímil la aparente evidencia.

  Y así – digan lo que digan, escriban lo que escriban, se estudie lo que se estudie – sigo sospechando que para concebir y escribir "Les Misérables", Victor Hugo no se inspiró en su propio país.

  Fue algo más al sur. Y fue a través del macrocosmo “virtual” de Internet. Con sus mejores observaciones en un barrio llamado Twitter.

  Naturalmente, salvando muchas honrosas, honradas y honestas excepciones. Que las hay, porque no todo el monte es orégano. También hay claros. Afortunadamente.

viernes, 7 de septiembre de 2012

(154) ¡Y que estén bien puestos!
E che siano ben collocati

 
Ya sé que es fácil decir las cosas a toro pasado. Pero les aseguro que hace no mucho tiempo escuché unos comentarios. Vamos, que no me sorprende. Lo veía venir.
   Llevo demasiados años en la “Piel de toro”como para no poder ignorar que los atributos que conciernen esta noticia son una de las carencias a las que más a menudo se hace referencia.
   ¿Tiene que ver la crisis, el periodo de bajón? A lo mejor, no. Pero eso de “piensa mal y acertarás” se me insinúa entre sinapsis y neuronas… Sin ánimo de polemizar.


So bene che è facile dire le cose quando sono evidenti. Vi assicuro, però, che non molto tempo fa ho ascoltato alcuni commenti. Me l’aspettavo.
   Risiedo nella “Pelle di toro” da troppo tempo, sufficiente per non ignorare che gli attributi cui fanno riferimento queste notizie sono tra le carenze più frequentemente citate.
  Ha a che fare con la crisi, con questo periodo di depressione? Forse no.
  Mi si consenta, però, di afferrarmi a quel “pensa male e non sbaglierai” che mi s’insinua tra sinapsi e neuroni… Senz’animo di polemiche.

 

domingo, 1 de julio de 2012

(153) Eurocopa 2012 - Está bien así
Euro2012 - Va bene così



Ha sido un juego leal, correcto, un espectáculo deportivo de primer nivel a lo largo de todo este campeonato.
 
Por lo que me concierne, yo me hubiese sentido ganador prescindiendo del resultado.



È stato un gioco leale, corretto, uno spettacolo sportivo di primissimo livello nel corso di tutto questo campionato.
 
Per quanto mi riguarda, io mi sarei sentito vincitore a prescindere dal risultato.