Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

lunes, 17 de diciembre de 2012

(173) Final de una larga y bonita etapa.
Pero aviso: me voy sin irme

Fine di una lunga e bella tappa.
Attenzione, però: me ne vado senza andarmene


Una de muchas mañanas, en el chroma.
Se dice pronto. Una docena de años, todas las mañanas de lunes a viernes, ante las cámaras para contar cómo lo cuentan los demás. Al principio, sentado; luego, me puse de pie inventando la reseña en chroma (inspirándome en la méteo, claro) y sucesivamente pasé del contenido de la prensa papel a la actualidad en uno de sus últimos soportes, el digital vía web.
  En medio hubo reportajes de todo tipo y desde varios lugares. Conté en directo desde algún lugar del Sahara mis aventuras solidarias y sanitarias entre “mis” nómadas. Me fui a Florencia para ver si Lisa Gherardini, esposa del Armani de su tiempo, era de verdad quien posó para Leonardo. Desde el Coliseo romano conté qué se hace con el papel de los periódicos cuando ya se han leído. No me privé de meter el dedo en el ojo a la Historia con esa película diaria (un trabajo peliagudo de montaje, cada mañana) en la que, bajo el genérico “Efemérides”, hacía amena divulgación y de paso arreglaba mis cuentas con personajes de todo tipo y de cualquier época.
  Muchas cosas, muchos momentos, muchos compañeros. Sobre todo compañeras, a las que más he dado la lata a veces con trabajos ingratos, apresurados y no exentos de alguna que otra complicación.

El viernes de mi última intervención. No están todos los que son, pero son todos los que están.

  No, no busquen nombres. Ni los de quienes han aparecido en pantalla como tampoco de los y las que en la tramoya de dirección, redacción, realización, grafismo, producción, documentación, web, secretaría, técnicos, systems, hasta maquillaje, cafetería y azafatas, han tenido mucho o algo que ver. Sin ellas y ellos – yo  creo firmemente en el trabajo de equipo – no hubiese sido lo mismo. Y no quiero olvidar a todos los que, sin tener relación directa con mi colaboración, han sido interlocutores de una charla, una broma, un momento de cordialidad o de complicidad. Compañeros.
¿La verdad? Cuando les informé de que les dejaba,
supieron contener el entusiasmo… jajaja…
  Como tampoco hubiese sido lo mismo sin la complicidad, la broma, esos desayunos del equipo del Matinal en los que yo actuaba – no sé bien si me apropié del papel o me lo asignaron – como polemista. Tampoco hubiese sido lo mismo sin la disponibilidad de cada uno para echar un cable aunque fuese saliéndose de su estricto papel o cometido. Lo dicho: he sido parte, he convivido todos estos años de mi colaboración matutina con Informativos Telecinco, con un grupo de personas que ha ido renovándose y entre las cuales, al final, me quedé con el papel del veterano.
  Decía que no voy a citar nombres y no lo hago porque serían muchos, muchísimos, y cualquier omisión sería imperdonable. Sobre todo, injusta.
  Pero voy a recordar cabeceras, denominaciones, Fue la “Mirada Crítica”, en algunos años “Buenos días” y ahora es el “Matinal”. Con la actualidad en todas sus facetas, las entrevistas, la méteo, los apuntes deportivos y económicos y, por lo que me concierne, el repaso a mi manera a lo que otros compañeros de profesión han contado en sus respectivos medios de información. Sin privarme de introducir alguna que otra chispita para suscitar la sonrisa o un input que llevara a un momento de reflexión.
  Así lo he hecho. Con entusiasmo y horas de dedicación que luego se traducían en minutos de pantalla cuyo resultado sólo Uds. han podido y podrán juzgar.
  Bien. El viernes 14 de diciembre, hace pocos días, cerré esa larga etapa y en mi última intervención me despedí con un “Hasta aquí hemos llegado”. Ha sido el final de una larga experiencia, paralela al trabajo para mi periódico, a mi ininterrumpida presencia radiofónica y a intervenciones en foros de variada naturaleza.

14 Diciembre 2012. Unos segundos después
decía: "Hasta aquí hemos llegado".
  Pero no ha sido El final. Siempre tuve claro que nací queriendo ser periodista y que moriré periodista. Y así sigo y seguiré intentando perseguir esa “honrada subjetividad” con la que me casé cuando, hace una infinidad de años, me di cuenta de que si hay una entelequia esa es la objetividad a secas. Pues nunca la he perseguido.
  Escribía Giuseppe Tomasi di Lampedusa en “Il Gattopardo”: «Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie». Pues ni así ni todo lo contrario. Pero hay que evitar quedarse estáticos, la vida requiere cambios.
  Por eso, no me voy a quedar quieto. Seguiré en la brecha. Pues atentos al papel, al altavoz, a la Red y a la pantalla.
  Gracias por la colaboración y compañerismo a muchos que conozco y gracias por la atención a muchos más, a los que no conozco y que me honraron con su atención.

  Y, por cierto,
a todos deseo unas




Y no quiero olvidar el simpático video
coreografiado, rodado y montado
por el equipo del Matinal
justo en mi último día con ellos.
"Gangnam"