Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

lunes, 5 de noviembre de 2012

(169) El enano de Radio Nacional de España, silencioso y discreto estajanovista en Prado del Rey


No me pregunten, porque no me acuerdo, ni tampoco he encontrado a alguien, sobre todo entre técnicos y realizadores, que esté en condición de indicarme una fecha concreta. Pero la sensación que tengo es de que a ese pequeñín infatigable le conocí por lo menos hace una veintena de años. La primera vez le vi en el Estudio 102, el de apoyo al principal, el mítico 101 desde donde ahora mismo – en diferente ubicación y con la tecnología y la estética más moderna – se “fabrica” la casi totalidad de lo que Radio Nacional de España, Radio 1, emite a lo largo de cada día.

Prado del Rey - Casa de la Radio
Y ahí sigue el pequeño, aunque ahora se ha mudado definitivamente al 101. Siempre en el lado derecho de la mesa de control, ya no prestando sus preciosos servicios de antaño, pero con los ojos y los oídos bien abiertos a todo lo que a su alrededor acontece, a este lado y a los otros dos de las cristaleras que separan – y unen –  la sala de realización, el estudio propiamente dicho y el control de continuidad de RNE.

 Nunca supe quien lo trajo a Prado del Rey. Entre las nieblas del tiempo, creo entrever ese movimiento, de hace muchos años, que se proponía liberar a los enanos cautivos en los jardines del mundo. O a lo mejor fue él mismo quien decidió emanciparse y subir a la Casa de la Radio para echar un cable. Y su utilidad fue inmediata. Como un compañero más a quien dirigirse cuando el técnico, por ejemplo, se encontraba solo y no necesitaba prestar mayor atención que la de controlar rutinariamente la emisión de un programa grabado. Y también como un colaborador activo en el que cada día de estas últimas décadas ha sido su real cometido, nada banal, más bien imprescindible.

RNE Radio 1 - El enano en la antigua mesa de multiplex.
El enano en la antigua mesa de multiplex
En el anterior estudio, que se utilizaba también para las conexiones multiplex con las sedes regionales de la radio pública, la mesa de control era muy ancha y partida en dos sectores. Llena de teclas, pulsadores, pilotos, switches y potenciómetros, podía ser gobernada con no mucha agilidad por un solo técnico, pero cuando todo se hacía peliagudo era en el momento del control de muchos canales simultáneos. Y eso porque, por esa separación de la mesa ya descrita en dos secciones y por el gran ancho derivado, nadie podía extender los brazos lo suficiente para gobernar por un lado múltiples mandos y, al mismo tiempo mantener pulsada una tecla ubicada en el extremo derecho. Ya, una tecla que tenía que ser pulsada continuamente, porque no permitía la retención, y que quien proyectó la mesa ubicó justo en el borde derecho del conjunto.

Con el pulsador bien apretado
Y ahí se reveló precioso, indispensable e impagable – repito, por algunas décadas – el trabajo paciente y discreto de nuestro amigo enano.  Un pequeñín que ha sido y es el compañero fiel de quienes vigilan y garantizan que lo que Radio Nacional emite llegue a nuestros receptores con la mejor de las calidades hoy posible. Un trabajador sin pretensiones que ha escuchado en silencio gritos de júbilo y momentos de nerviosismo y enfado. Un pequeñín que ha tenido el privilegio de ver a técnicos, periodistas, políticos, artistas, científicos y a toda suerte de frecuentadores de un estudio radiofónico como el de Radio Nacional,  y escuchar – calculo –entre 150.000 y 200.000 horas ininterrumpidas de programación.
Control del actual Estudio 101
  Aquí quería recordar muchas de mis mañanas, tardes y noches en esos estudios. Quería recordar rostros y nombres de periodistas, técnicos y realizadores con los que en muchos momentos hemos sido compañeros, codo con codo, de ese trabajador infatigable. Pero sería por un lado una larga lista de nombres y por otro lado el riesgo de una imperdonable omisión me contiene. Y sin embargo en mi memoria creo que no falta nadie. Les estoy viendo, y a algunos sigo viéndoles, como si fuera hoy mismo.

Hoy sólo quiero sacar del anonimato y rendir tributo a un colaborador de Radio Nacional que no puede seguir siendo un desconocido. Si nos escuchan, y sobre todo si nos han escuchado a lo largo de las últimas décadas, sepan que un precioso granito de arena lo ha puesto también ese callado y modesto pequeño gran personaje que tengo el placer de presentarles.
Gracias amigo, compañero
Y aquí estoy en mi lugar habitual, en el novísimo Estudio 101, el principal de Radio Nacional de España

7 comentarios:

  1. Bonita historia, casi sacada de un cuento de los de antaño.
    Gracias por haberla relatado, justo ahora que el trabajo…

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  2. Ja ja ja…
    Me acuerdo de esa movida de liberar a enanitos.
    Tiempos de hippies, hijos de las flores y otra “revoluciones”.
    Seguro que este ha jugado de anticipo y se ha refugiado en Radio Nacional, además encontrando un trabajo. Que no es moco de pavo.
    Muy buena. Gracias.
    Jaime

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  3. cuantas historias tendrá guardadas, tanto positivas, como negativas, ademas de su montón de horas al pie del cañon, sin levantar la voz
    un saludo bonita historia

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  4. ¡Fantástica historia!
    No habrá duendes de la radio pero sí hay enanos.
    Es un placer leer a Josto Maffeo.
    Saludos desde Tossa del Mar.
    Miquel

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  5. Hombre!!! Desde mi llegada a la emisora no he dejado de cambiar su estilo con los objetos que van dejandose olvidados quienes pasan por allí. Las últimass gafas de ver tienen demasiada graduación para éL. Reconozco que con la nueva mudanza subí rauda y veloz a por él para que no se sintiera abandonado. Seguiremos cuidando de el. Qué bueno que le hayas dedicado esta entrada. Fátima.

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  6. El enano lo trajo en su día la sexóloga Pilar Cristóbal. De hecho se lo volvió a llevar hace unos años para un congreso de enanos de jardín (que los enanos también tienen sus cosas que hacer). Me acuerdo de que coincidió más o menos con los viajes del enano de la película de Amélie Poulain por lo que se dispararon los comentarios acerca de los viajes del colaborador de barro de RNE. Por entonces se desató el pánico y circularon fotos del enano con la promesa de una recompensa a quién lo encontrara. El rapto duró algo más de un mes, pero todo volvió a su cauce cuando Pilar lo devolvió al redil. Pilar Cristóbal es algo así como la mama de nuestro querido enano.

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  7. Muchas gracias por traer la anécdota Marc Gascá... Lo trajo, efectivamente , Pilar Cristobal cuando colaboraba en el programa "Cita con Pilar". Así que tenía la primera webcam que se metió en un estudio de radio, con lo que todos los ciberguionistas tenían la posibilidad de verlo... Al enano y al programa.

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