Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

martes, 3 de mayo de 2016

(254) Un palabro poco cardiosaludable. ¿O no?
Una parola poco "cardiosalutista". O no?


REVISADO Y PUESTO AL DÍA
el Domingo 8 de Mayo 2016
(Ver al final)



Me llama un conocido filólogo y periodista, y sin embargo amigo (algunas veces esto es posible 😅), para un intercambio de opiniones, posiblemente fundadas y documentadas, sobre cómo se forjó y evolucionó un palabro italiano que en ciertos ámbitos muy populares ha dado la vuelta al mundo. El amigo y colega me ha pillado (eso no se lo dije) justo cuando estaba inmerso en la lectura y comparación temporal de unos cuantos resultados de varios análisis y pruebas médicas. Algo que ya no me quita el sueño, porque se asume lo que hay que asumir, pero que tampoco hay que descuidar completamente.

Curioso. El palabro en cuestión surgió de la medicina para dar un salto acrobático, una auténtica carambola (o más bien una “chilena”) a otro ámbito de la vida que, siendo lúdico, desinteresado y hasta cardiosaludable en el papel, a la hora de la verdad es muy profesional, cruce de muchos intereses y en lo cardio puede llegar a provocar hasta un infarto, un ictus o enfermedades sistémicas. Todas producidas por una alimentación ávida y compulsiva en un contexto de euforia estresante. ¡Vaya definición! Pero, rebus sic stantitus, así es, más o menos.

Y eso que – con la venia de los padres e hijos de la Albión del Brexit, y sin querer resucitar por enésima vez la polémica – según muchas y documentadas fuentes la actividad lúdica en cuestión habría nacido en el siglo XVI en Florencia. Se practicaba en la Piazza Santa Croce, en el centro de la cuna del Renacimiento y también de cierto elegante y refinado sosiego, tanto es así que en nuestros días todavía aplicamos el adjetivo “florentino” a algo agudo, elegante, gracioso, gentil, así como a una muy sibarita preparación de un buen bistec bien regado y zampado en restaurantes de renombre.

Mientras disertaba telefónicamente con el colega y amigo, y sin distraerme pero con cierta simultánea abstracción, me vi en una plaza que visito cuando puedo, muy cercana a la de Santa Croce. Me vi en la florentina Piazza della Signoria, observando a través de los cristales la imponencia del "David" de Miguel Ángel, (la copia, porque el original está poco más allá, a buen recaudo en el interior de la Galleria dell'Accademia). Claro, me vi agarrado a una taza de mi cappuccino preferido y hasta creo que desde la lejanía me alcanzaba el eco de los forofos que asistían a un evento de esa actividad lúdica que acababa de nacer.

Unos momentos sublimes, se lo aseguro. De esos que a Federico Fellini le hacían decir y filmar “Amarcord (“me acuerdo”, en su dialecto de la Romagna).

Pues aquí y ahora ya no tengo mucho más que añadir. Sólo fijar en el papel y en el espacio virtual mi agradecimiento a Alex por haberme hecho viajar unos momentos a mi cappuccino por antonomasia, a un escenario que pertenece al Arte, a la Historia y al cariño de mis papilas gustativas, además de haber sido cuna de algo que en su forma actual – lo digo con sinceridad – me trae olímpicamente al pairo.

¿El palabro? Ah... Eso no. No voy a “fusilar” algo que todavía no he leído y que leeré sin duda con curiosidad y atención. Pues no pierdan de vista el diario AS en los próximos días y lean a Alex Grijelmo. Así comprenderán mejor este algo ampuloso “ante factum”, casi una disertación de ningún sitio a ninguna parte. O no.

Post scriptum - No me hagan mucho caso, pero juraría que en mi viaje y cappuccino onírico me ha parecido ver la silueta del colega Francesco Manetto, que salía a la plaza después de haber pagado en la caja del célebre "Caffè Rivoire". El mismo de mi éxtasis cafetero. Mejor dicho: de uno de muchos.




"AGGIORNAMENTO" del 8 de Mayo 2016
Ahora lo van a tener claro.
He aquí el artículo de Alex Grijelmo en el diario AS de hoy.


"Clic" para leer el texto en el diario AS



3 comentarios:

  1. Muy divertido y ocurrente. Ya veré lo que publica el AS.
    Pero podríamos debatir y mucho lo del origen del deporte. Son modalidades diferentes y nunca se ha aclarado el entuerto.

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  2. Se me ocurren muchos palabros si estamos hablando de fútbol, que es lo que parece. Lo que me llama la atención es que escriba de eso, porque en la radio ha dicho muchas veces que no lo entiende ni le llama la atención. Pues habrá que esperar a lo que publique Grijelmo ya que me ha metido el gusanillo en la cabeza.
    Agur.

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  3. Anónimo5/5/16 10:06

    esto que has hecho aqui, es un cebo para que leamos el AS. muy bueno

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