Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

sábado, 17 de septiembre de 2011

(106) Fantasmas y fantasmadas, tirios y troyanos, los “míos” y “ellos”. Va de proclamas y soflamas, de chips atascados en la histEria. Soporífero, oigan
Fantasmi e “fantasmate”, tiri e troiani, i “miei” e “gli altri”. Si parla di proclami e grida, di chip inceppati dall’isterismo. Soporifero

En realidad, no sé si merece la pena pelearse con molinos de viento. Al final te das cuenta de que chocas con gigantes… de barro. Pero abultan, cubren el horizonte y no dejan ver lo que nos rodea: la realidad, más tozudas que las modas imperantes y las ideas (me corrijo: las ideologías) bien aposentadas.
   Esto viene a cuento del hartazgo – no es un día, ya son años de contemplación sin llegar a comprender… – que produce una sociedad partida por trincheras. Siempre las mismas: los progres y los carcas, los rojos y los azules, los “míos” y “ellos”. No se trata sólo de antagonismo, de legítima dialéctica entre posturas divergentes. Se asiste, con demasiada y amplia frecuencia, a la ostentación, como arma arrojadiza para que no merme la tensión, del enfrentamiento sin análisis, sin entrar en el detalle de propuestas y contrapropuestas. Los míos son buenos y los tuyos malos malísimos. Y que no se hable o profundice más, porque podría darme cuenta de que tendría que corregir o matizar. Hay auténtico pánico a utilizar argumentos. La frasecita ocurrente o el eslogan siguen siendo las balas más apreciadas.
   Por no hablar del hastío, del aburrimiento soberano, del soporífero nerviosismo inducido por quienes, en la Red y en todas su expresiones (foros, comentarios en periódicos, Twitter, Facebook, etc.) se pasan el día clamando en el desierto con sus monocordes proclamas. Siempre en el mismo sentido, siempre arrojando algo al lado opuesto. Censurando al ladronzuelo de enfrente y sin decir ni pío del asesino que se tiene en casa. Es un ejemplo exasperado, claro, por no irme a la tanto vituperada religión (otra moda que en España arrasa…) y rescatar la parábola de la paja en el ojo propio y la viga en el ajeno… (¿O era al revés?)
   Vaya. En tres décadas y media no he visto bajar esas trincheras ni de un milímetro. Ni, por lo visto, lo veré algún día. El mundo va a así. Los hay que pelean con los países vecinos, otros que se dan bofetadas y cruzan algún tiro con los de la casa de enfrente. Y muchos, muchísimos otros, que siguen empeñados en una lucha estéril con sus propios invisibles fantasmas. Eso sí, sin sacarlos del armario de casa.
   Lo irónico, la guinda de la actualidad (¡Vaya… lo que ocurre en los recovecos de lo subliminal de la psique humana!) es que a alguien se le ocurrió sosegar el clima con una fecha inocente: el próximo 20 de noviembre.
  Lo dicho: va de fantasmas y de mucha fantasmada.
  Y yo observando y que, a lo sumo, todo esto me resbale. Aun aburriéndome soberanamente.

* "Me duele España", decía Miguel de Unamuno. Y no se trataba de odio. Todo lo contrario. 

5 comentarios:

  1. Eugenio Ripoll17/9/11 20:47

    Sólo un ciego no vería eso que describes. Es nuestro país, somos nosotros, mal que nos pese. Eso muchos lo llevan en la sangre, lo han mamado en casa: rencor, catetismo a veces pasado por la Universidad y sin embargo sin capacidad crítica.
    A ver si en dos o tres generaciones a España no la reconoce la madre que la parió. ¡Ojalá!
    Eugenio

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  2. Trabajé en tres países, dos europeos. Sólo viajando me he dado cuenta de que país cainita es el mío. Ya el lenguaje (carca, progre, facha) es exclusivo de España y huele a enfrentamiento permanente y a odios latentes. Nuestra historia de guerras fratricidas lo demuestra, así como el amor a la sangre, humana o animal.
    Lástima, porque la Transición había abierto unas puertas y ventanas que podíahaber traído otro aire. Pues se estropeó por el camino. o fue un espejismo.
    Saludos.
    Martín

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  3. Entiendo la provocación de esas fotografías, algo exageradas. Pero estoy también seguro que a muchos, por aquí, si los dejaran se subirían a arengar las masa. Y seguidores no faltaría, con las ganas de pelea que hay.
    Si utilizáramos esas energías en producir y vivir mejor, otro gallo cantaría. Peor en España ni gallos ha quedado. Los últimos, murieron borrachos en un botellón.
    Vaya futuro…
    Carmina Llorens

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  4. Muy fácil decir eso de un país dirigido por gente o por hijos de gentes que se han pegado tiros y que se han quedado medio siglo fuera de Europa. Mientras tanto, tu país era la sede del tratado de Roma.
    Quedarse rezagados (con la “oposición” a Franco bienviviendo en París) trae estaros resultados. Pero que conste que ni yo ni muchos quisimos esto. Yo no estaba.
    A ver si España recapacita y se da cuenta de lo que es realmente, ni rica ni una superpotencia. Y a bajar lo humos… y lo otros.
    Juanan

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  5. 20 de noviembre 1959: la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Declaración de los Derechos del Niño.
    Esa es una fecha importante!

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