Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

domingo, 17 de julio de 2011

(99) Los Murdoch de aquí dan lecciones a los Murdoch de allá. Por favor, no nos tomen por imbéciles
I Murdoch di qui danno lezioni ai Murdoch di laggiù. Per favore, non prendeteci per imbecilli

No voy a dedicar a esto más de las pocas líneas suficientes para que levantemos la cabeza un momento de las páginas de los periódicos, de las pantallas de la tele y, en ese caso el oído, de los receptores de radio. Sólo unas líneas para que en este blog quede constancia de que quien escribe no traga. Y no traga siendo periodista, es decir parte integrante – desde hace muchas décadas – de este indispensable engranaje que conforma la máquina que expone, escupe o vomita – de todo hay - la libre comunicación de los hechos y la expresión de las ideas.
  Llevamos días siguiendo la evolución de lo que ocurre en el imperio mediático de Rupert Murdoch. Excesos, cruces de intereses, basura, deontología profesional a tomar viento, de todo y más. Y las consecuencias las estamos viendo día tras día.
  Pero a mí lo que me llama poderosamente la atención – sin sorprenderme mucho, la verdad - es el afán moralista de los medios de aquí, y cuando digo aquí me refiero a España, Italia, Francia y más países del entorno. Todos con el látigo y el anatema contra el mal supremo, las ilegalidades y la deriva populachera – ¡basura! - de lo que el Sr. Murdoch ha puesto y sigue poniendo en los quioscos. ¡Hala! Leña al mono australiano por sus andanzas en tierras de Albión, que tenemos mucho que enseñarle sobre la recta vía del periodismo de calidad.
  Luego bajamos al quiosco de la esquina y ojeamos. Con mayor o menor elegancia (hipocresía, muy a menudo) cuando lo populachero, lo turbio o lo interesante e interesado producen resultados, ahí pocos, o casi nadie, renuncian a retozar. Y si es en lodo, pues en el mismísimo lodo. Claro, algunos lo hacen con más elegancia y vistiendo todo con las mejores galas. A eso, a menudo se le llama “prensa de calidad”.
  Anden ya, que somos mayorcitos… y algunos también periodistas, con ojos y oídos.
 

Non dedicherò a questo più delle poche righe sufficienti a farci distogliere un momento dalla pagina del giornale, dallo schermo della tv e dai ricevitori radio. Solo poche righe affinché questo blog possa dar fede che chi scrive non la manda giù. E non la manda giù pur essendo giornalista, vale a dire parte integrante – da diversi decenni – di questo indispensabile ingranaggio che configura la macchina che espone, sputa e vomita – c’è di tutto – la libera comunicazione dei fatti e l’espressione delle idee.
  Da giorni seguiamo l’evoluzione di quanto accade nell’impero dei media di Rupert Murdoch: eccessi, interessi incrociati, spazzatura, deontologia professionale a farsi benedire, di tutto e di più. Le conseguenze le stiamo vedendo giorno dietro giorno.
A me, però, ciò che mi colpisce – senza, per la verità stupirmi molto – è l’affanno moralista dei media di qui. E quando dico qui mi riferisco a Spagna, Italia, Francia e altri paesi dei dintorni. Tutti con lo scudiscio e l’anatema contro il male supremo, l’illegalità e le derive populiste – spazzatura! – di ciò che il signor Murdoch  ha collocato nelle edicole. Suvvia! Botte al magnate australiano per le sue malefatte in terra d’Albione; abbiamo molto da insegnargli sulla retta via del giornalismo di qualità.
  Poi scendiamo all’edicola dell’angolo e diamo un’occhiata. Con maggior o minore eleganza (ipocrisia, spesso) quando il popolare, il torbido o l’interessante e l’interessato producono benefici, lì be pochi, o nessuno, rinunciano a rotolare nel fango. Chiaro, alcuni lo fanno con maggiore eleganza e vestendo tutti con il miglior guardaroba. E questo spesso è definito “giornalismo di qualità”.
  Facciano il piacere… Siamo maggiorenni… e alcuni pure giornalisti, con occhi e orecchie.

3 comentarios:

  1. Eso lo vemos a diario. Como cuando un periódico antitaurino publica artículos y fotos de encierros. O los que hablan de derechos y dignidad de la mujer y se forran con la publicidad de los burdeles. Claro, libertad sin límites, muy progre.
    Valiente por haber escrito eso.
    Nuria Delclós, Tarrasa

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  2. Eso de ver los defec6os ajenos se llama enchar balones fuera y lo hacen todos los periódicos y otros medio. Claro, ellos perfectos, no meten nunc la pata.
    Rolando F.

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  3. Como le sigo en radio desde hace mucho tiempo (las tertulias políticas eran un ejercicio de sentido común y sosiego) pues no me extraña leer esto. Hay que tener valor e ideas claras, además de honradez, para que un periodista diga esto de su propio mundo.
    Gracias porque da confianza. No todo está perdido o podrido.
    Malena Cruz, “escuchante” (antes oyente)

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