La noticia se refería a un estudio que
revelaba una realidad muy preocupante: uno de cada nueve ciudadanos vascos no
tiene amigos.
No es esta la sede para ahondar en las causas
de este mal social, que es un mal muy personal, del individuo de nuestros
tiempos, tiempos de supuesta comunicación global, online y sin embargo
prevalentemente virtual. Tampoco creo oportuno debatir aquí sobre las posibles
peculiaridades del entorno vasco y de si hay factores que allí arriba podrían
agudizar la situación. No, en estas páginas quiero resaltar otro aspecto, el
más periodístico.
Me parece ejemplar que sea el drama
social/privado, un mal del ser humano de nuestros tiempos, como la soledad, a
tener la dignidad de la máxima atención. Porque el periodismo es denuncia,
alerta. Somos los dedos apuntados para que la sociedad no diga después que no
se sabía, que nadie había avisado. Y cuando lo hacemos en pro del hombre, de la
mujer, del niño o del anciano que sufre en silencio, pues estamos haciendo gran
periodismo, periodismo de servicio.
Hace sólo algunos segundos, quería omitir
cual era el informativo. Por un falso pudor que, llegado a estas líneas, mando
literalmente a tomar viento. Era la cita de las 15:00, la del equipo de David Cantero,
en Informativos Telecinco.
Y ahora, que no me digan que estoy barriendo
para mi casa. Porque no es la mía. Sólo estoy allí de paso, subalquilando unos
microespacios. Y hay días, que non son esporádicos pues se repiten, en los que
me siento orgulloso de mis vecinos y compañeros. Digan lo que digan allí fuera.
Mi ha sorpreso una notizia vista e ascoltata, oggi a
mezzogiorno, in un tg. Non tanto per la notizia in sé, quanto perché quella
notizia stava nei titoli, all’inizio. Vale a dire, le avevano attribuito
dignità d’importante, nonostante la spinta dell’attualità e il fatto che si
tratti di un lunedì, con tutto l’accumulato del fine settimana, strapieno di
avvenimenti di diversa natura.
La notizia si
riferiva a uno studio che rivelava una realtà molto preoccupante: uno su nove
cittadini baschi non ha amici.
Non è questa la
sede per approfondire le cause di questo male sociale, che è un male molto
personale, dell’individuo dei nostri tempi, tempi di presunta comunicazione
globale, online e ciò nonostante prevalentemente virtuale. Non credo neppure che sia opportuno dibattere
qui solle possibili peculiarità dell’ambiente basco e se sia frutto di fattori
che lassù rendono più acuta la situazione. No, in queste pagine intendo
risaltare un altro aspetto, il più giornalistico.
Mi sembra
esemplare che sia il dramma sociale/privato, un male dell’essere umano del
nostro tempo, come la solitudine, ad avere la dignità della massima attenzione.
Perché il giornalismo è denuncia, allerta. Siamo le dita puntate affinché la
società non dica poi che non sapeva, che nessuno aveva avvisato. E quando lo
facciamo a favore dell’uomo, della donna, del bimbo o dell’anziano che soffre
in silenzio, ebbene, stiamo facendo grande giornalismo, giornalismo di
servizio.
Solo pochi
secondi fa, volevo omettere qual era il tg. Per un falso pudore che, giunti a
queste righe, mando letteralmente a quel paese. Era l’appuntamento delle 15:00,
quello dello staff di David Cantero, in Informativos Telecinco.
Ed ora, che non
vengano a dirmi che sto giocando in casa. Perché non è la mia. Sono solo di
passaggio, in subaffitto con due microspazi. E ci sono giorni, tut’altro che
sporadici poiché si ripetono, nei quali mi sento orgoglioso dei miei vicini e
colleghi. Dicano quel che dicano là fuori.
Estoy de acuerdo. Lo mismo que criticamos cuando meten la pata, es justo subrayar los momentos como esos en los que rinden un servicio a los ciudadanos.
ResponderEliminarEste es el caso. Estoy de acuerdo.
Marisa Galán
Tendría que se así todos los días. A lo mejor, eliminando otras noticias que a veces uno se pregunta para qué… Creo que al buen plato, a la buena vianda, la gente al final se acostumbra y la aprecia.
ResponderEliminarEso espero.
Raúl V.
Está claro que la televisión no tiene tiempos suficientes para profundizar, a menos que no se trate de un reportaje largo. Pero esos y casi no existen. Se agradece, de cualquier manera, que los problemas serios por lo menos se vean con suficiente duración e en el comienzo de un informativo.
ResponderEliminarSé algo de qué va ese tema y les aseguro que tiene consecuencias grave. Pues bienvenida la atenci´pn que le han prestado. Y aquí que lo comente.
Antonio López S.
Cuando se habla de dramas como la soledad, o de tragedias como el suicidio, por ejemplo, es donde se ve la profesionalidad y el sentido común. Conjugar el justo relieve con la ausencia de peligroso sensacionalismo.
ResponderEliminarEs justo reconocerlo, me parece bien y un estímulo.
Hasta otra ocasión.
Francesc Estevill