No es la primera vez que lo escribo. Ni será la última. Y lo escribo como lo
pienso.
Y como lo pienso, más les exijo a las democracias asentadas,
aunque
sean amigas.
Me da igual el delito cometido.
Ni me detengo un solo segundo en si hubo pruebas
suficientes o si se condenó a la ligera.
Esta no es justicia. Es venganza. Venganza de Estado,
pero siempre venganza.
Aunque sea a favor de alguien que ha matado a alguno de
los míos, me quedo con el “¡No matarás!”. Siempre.
Digan lo que digan costumbres y códigos, estamos ante un
enésimo
ASESINATO DE ESTADO
Completamente de acuerdo. Añadiría que además se realizan no por decisión judicial (el juez "sólo" le llevó al Corredor de la Muerte) sino por decisión política ya que reporta muchos beneficios electorales (recuerden Bush...).
ResponderEliminarla primera injusticia que cometemos los hombres es creer que somos justos
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