Ci sei. Ci sei sempre stato. Sempre ci sarai.
Su questo, a questo punto della mia vita, non albergo il benché minimo dubbio.

Sembrerebbe assurdo, un controsenso, ma è proprio quella stessa ragione che secondo molti condurrebbe a un convincimento opposto. Ciechi, sordi.
No. Un secco NO. La più elementare ed empirica delle negazioni.
Il non essere non è contemplabile. È solo prosopopea e orgoglio umano.
Caspita (mi si consenta) se ci sei! E ti si percepisce anche quando molti preferirebbero non avvertire la presenza.
Grazie di tutto e per tutto ciò che probabilmente non avverto né comprendo.
Umilmente.
Bella, bella, chiara, semplice e sincera preghiera.
ResponderEliminarMi ci riconosco, sa?
Sé algo de italiano, poco, me he paseado por Google por algunas dudas y creo que lo tengo claro.
ResponderEliminar¡Precioso! Lo que proclama en pocas líneas es un espléndido acto de fe. Lo que se dice testimonio.
Hay que ser valiente, con esta cultura dominante. Gracias.
Me ha encantado. Humana, clara, humilde y cautivante.
ResponderEliminarPero como alguien que trabaja en la sombra en la creación de textos publicitarios de impacto (copyrighter), sin que le suene a crítica (nada de eso) tengo que decir que han sido magistrales el arranque y las primeras líneas.
Entre la dificultad, para quienes no manejan con soltura el italiano, y la no mención de a Quien se refiere, Ud. consigue dos efectos. El primero, suscitar curiosidad; el segundo, evitar que quienes no estén interesados en nada de eso, se retraigan.
¡Bravo! Sobre todo, bellas palabras de sumisión y reconocimiento.
Mi ha commosso. La sottoscrivo.
ResponderEliminarLa sencillez y la profundidad no están reñidas. Sus palabras, que parecen brotar de un profundo convencimiento, me lo demuestran.
ResponderEliminarEste texto lo guardo en mi móvil. Gracias.