Entre duras críticas, sonrisas y chistes, ya se especula sobre la posibilidad del surgimiento de una nueva fuerza política alemana, que podría encontrar su espacio entre socialdemócratas y cristianodemócratas. Sería, sin duda, un partido con exponentes muy conocidos y que podrían tener un buen “tirón” popular por sus últimas hazañas. Los “chorizos”, por ejemplo, encontrarían en sus listas candidatos a su propia imagen y semejanza.
Entre los posibles participantes a la nueva, y de momento hipotética formación política, estaría el ex ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttemberg, que recientemente fue obligado a dimitir por haber plagiado su tesis doctoral. Ahora, al club del “copia y pega”, antesala del nuevo insólito grupo político, acaba de ingresar Silvana Koch-Mehrin, vicepresidenta del Parlamento Europeo.
Una exclusiva del periódico Tagesspiegel revela que Koch-Mehrin está bajo investigación por la célebre Universidad de Heidelberg. A falta de algunas formalidades y comprobaciones, se da por seguro que la cantidad de coincidencias textuales en la tesis doctoral de la rubia política llevará a la pérdida del título académico.
Pero, ahora, más allá de la pizca de ironía que le he metido a este nuevo escándalo del “copia y pega”, me hago una pregunta: ¿Tendremos los periodistas que comenzar a hablar y escribir de robo? Robo de ideas, pero siempre robo.
Entre los posibles participantes a la nueva, y de momento hipotética formación política, estaría el ex ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttemberg, que recientemente fue obligado a dimitir por haber plagiado su tesis doctoral. Ahora, al club del “copia y pega”, antesala del nuevo insólito grupo político, acaba de ingresar Silvana Koch-Mehrin, vicepresidenta del Parlamento Europeo.
Una exclusiva del periódico Tagesspiegel revela que Koch-Mehrin está bajo investigación por la célebre Universidad de Heidelberg. A falta de algunas formalidades y comprobaciones, se da por seguro que la cantidad de coincidencias textuales en la tesis doctoral de la rubia política llevará a la pérdida del título académico.
Pero, ahora, más allá de la pizca de ironía que le he metido a este nuevo escándalo del “copia y pega”, me hago una pregunta: ¿Tendremos los periodistas que comenzar a hablar y escribir de robo? Robo de ideas, pero siempre robo.
Tra forti critiche, sorrisi e battute, già si specula sulla possibilità che stia per nascere una nuova forza politica tedesca, che potrebbe trovare spazio tra socialdemocratici e cristianodemocratici. Si tratterebbe, senza dubbio, di un partito con esponenti molto noti e che potrebbero avere un certo “gancio” popolare grazie alle loro ultime imprese.
Tra i possibili partecipanti alla nuova, e per il momento ipotetica avventura politica, ci sarebbe l’ex ministro della Difesa, Karl-Theodor zu Guttemberg, che recentemente fu costretto alle dimissioni perché colto nel plagio della sua tesi dottorale. Ora, al club del “copia e incolla”, anticamera del nuovo insolito gruppo politico, ha appena aderito Silvana Koch-Mehrin, vicepresidente del Parlamento Europeo.
Un’esclusiva del quotidiano Tagesspiegel rivela che Koch-Mehrin è sotto inchiesta da parte della celebre Università di Heidelberg. Mancano alcune formalità e controlli, ma si dà per certo che il numero di coincidenze testuali nella tesi dottorale della bionda politica le costerà la perdita del titolo accademico.
Ora, però, aldilà del pizzico d’ironia che ho introdotto nella notizia di questo nuovo scandalo del “copia e incolla”, mi domando: noi giornalisti dovremmo cominciare a parlare e a scrivere di furto? Furto di idee, ma pur sempre furto.
Tra i possibili partecipanti alla nuova, e per il momento ipotetica avventura politica, ci sarebbe l’ex ministro della Difesa, Karl-Theodor zu Guttemberg, che recentemente fu costretto alle dimissioni perché colto nel plagio della sua tesi dottorale. Ora, al club del “copia e incolla”, anticamera del nuovo insolito gruppo politico, ha appena aderito Silvana Koch-Mehrin, vicepresidente del Parlamento Europeo.
Un’esclusiva del quotidiano Tagesspiegel rivela che Koch-Mehrin è sotto inchiesta da parte della celebre Università di Heidelberg. Mancano alcune formalità e controlli, ma si dà per certo che il numero di coincidenze testuali nella tesi dottorale della bionda politica le costerà la perdita del titolo accademico.
Ora, però, aldilà del pizzico d’ironia che ho introdotto nella notizia di questo nuovo scandalo del “copia e incolla”, mi domando: noi giornalisti dovremmo cominciare a parlare e a scrivere di furto? Furto di idee, ma pur sempre furto.
¡Menudos chorizos! Seguro que ni siquiera necesitaban el doctorado. Pues además de estafadores, imbéciles.
ResponderEliminarSe pilla a un político antes que a un cojo.
El Dioni
Bueno, bueno. A ver cuántos nunca en su vida escolar o estudiantil han utilizado chuletas... Sí, vale, yo me lo creo.
ResponderEliminarClaro que a un político en ejercicio, y además veterano, se le exige sinceridad. Si comienzan mintiendo en su currículo, imagina en lo demás.
Pues eso: políticos...
Rocío Álvarez
Copioooooones. ¡Hala! Los dos, castigados de pie y cara a la pared. Mañana me traen escrita mil veces la frase: "Nunca más copiaré una tesis".
ResponderEliminar¡Auf wiedersehen!
Manolo, el chuleta
Y yo que no copiaba en el cole porque creía que no era honrado.
ResponderEliminarVaya políticos...
Marisa
Este de copiar es un “pecado venial”, comparado con las fechorías, no sólo económicas, de muchos fariseos de la política. Baste con pensar al daño que puede hacer, a menudo irreversible, la decisión de un elegido por las urnas.
ResponderEliminarPero es lo que tenemos.
Amalia