Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

domingo, 30 de enero de 2011

(36) Empirismo estadístico e inercia cerebral
Empirismo statistico e inerzia cerebrale

Cae el régimen tunecino. Las calles de Egipto están tomadas por el pueblo. La demanda de reformas recorre Oriente Medio. Aquí se reforma profundamente el sistema de pensiones. Se informa que el paro alcanza a 4.696.000 desafortunados, sobre todo jóvenes. Es decir que tenemos a una generación frustrada y casi perdida y que en 1,3 millones de familias españolas todos sus miembros están sin trabajo.
  Todo esto y mucho más está ocurriendo en tiempo real. Y no faltan otras noticias, muchas, que desde diferentes lugares del mundo, y desde la mismísima vuelta de la esquina, tendrían que inducir a la preocupación y al desasosiego. Pero no. Parece que el tan español “carpe diem”, la crónica ausencia de debate y la creciente propensión a lo lúdico y al mundo del desmadre, también intelectual, sigue ganando adeptos.
  Una constatación empírica. Voy a lo fácil, a lo más inmediato que me ofrecen las tecnologías, que es el mundo virtual de Internet. Ya sé que el buen amigo y el gran y prudente profesional que es el sociólogo José Juan Toharia me objetaría que eso no es estadística, que es sólo una indicación, que se trata de la fotografía de un momento y, además, que la fotografía es parcial.
  De acuerdo. Pero nadie me negará que con todo lo que está cayendo, aquí mismo y en el mundo mundial, llama poderosamente la atención lo que ocurre en los periódicos on line. Es algo sabido, lo constato a diario, pero no deja inquietarme y plantearme preguntas sin demasiadas respuestas claras. Pues en la web, en las webs de los periódicos, los comentarios de los lectores abundan, muchos con fervor digno de otras causas, más en lo que se refiere a los desmadres de un actor, a las miserias  de la convivencia imposible de una pareja conocida, al cambio de sello discográfico de una cantante, que alrededor de los problemas reales que más tocan, de lejos, de cerca o de muy cerca, a cada uno de nosotros.
  En esta sede no quiero salir del ámbito del blog, que se ocupa prevalentemente de la profesión periodística. Oficio que – sigo creyéndolo a pesar de los pesares – conlleva con el deber de informar también la coparticipación a la formación o, por lo menos, a la sensibilización. Porque, como no se cansa de repetir otro amigo, el filósofo y educador José Antonio Marina, para educar es necesaria y tiene que implicarse toda la tribu, la periodística en primera línea.
  Pues parece que con estas constataciones en la web, empíricas pero reiteradas e “in crescendo” con progresión casi geométrica, vamos por otro lado. Y nos quedamos con una extraña y preocupante sensación: la de la inercia de demasiados cerebros, sobre todo de los juveniles, y lo digo en la primera acepción que ofrece de “inercia” la Real Academia de la Lengua. A ver, sin embargo, si encontramos esa fuerza de la que habla la Academia. Pero me parece que estoy pecando de optimismo. De mucho optimismo. Y lo siento.

Cade il regime tunisino. Le strade dell’Egitto sono invase dal popolo. La richiesta di riforme percorre il Medio Oriente.  Qui si riforma profondamente il sistema delle pensioni. S’informa che la disoccupazione ha raggiunto 4.696.00 sfortunati, soprattutto giovani.  Il che significa che abbiamo una generazione frustrata e quasi perduta e che in 1,3 milioni di famiglie spagnole tutti i membri sono senza lavoro.
  Tutto ciò e molto di più sta accadendo in tempo reale. E non mancano altre notizie, molte, che da diversi luoghi del mondo, persino da dietro l’angolo, dovrebbero indurre alla preoccupazione e all’inquietudine. Eppure no. Sembra che il tanto spagnolo “carpe diem”, la cronica assenza di dibattito e di riflessione e la crescente propensione a tutto ciò che è ludico, al mondo dello sballo, anche intellettuale, continua ad accrescere le proprie fila.
  Una constatazione empirica. Prendo la via facile, la più immediata che mi offrono le nuove tecnologie, il mondo virtuale di Internet. Sì, lo so che il buon amico, grande e prudente professionista, che è José Juan Toharia obietterebbe che questa non è statistica, che si tratta solo di un’indicazione, che è la fotografia di un momento e che, inoltre, la fotografia è parziale.            
  D’accordo. Nessuno, però, mi negherà che nonostante tutto ciò che sta succedendo, qui e nel mondo, stupisce e non poco ciò che accade nei giornali on line. È risaputo, lo verifico quotidianamente, eppure non cessa d’inquietarmi e di pormi interrogativi senza troppe risposte chiare. Nella web, nelle web dei giornali, i commenti dei lettori abbondano, molti con fervore degno di altre cause, più su ciò che concerne gli eccessi di un attore, le miserie della convivenza impossibile di una nota coppia, il salto di marca discografica di una cantante, che intorno ai problemi reali che più incidono, da lontano, da vicino e da molto vicino, su ciascuno di noi.
  In questa sede non intendo uscire dall’ambito del blog, che si occupa prevalentemente della professione giornalistica. Un mestiere che – continuo a crederlo contro venti e maree – con il dovere d’informare si porta dietro anche quello della compartecipazione alla formazione o, almeno, alla sensibilizzazione. Perché, come non si stanca di ripetere un altro amico, il filosofo ed educatore José Antonio Marina, per educare necessaria e si deve implicare tutta la tribù, con il giornalismo in prima linea.
  Pare che con queste constatazioni nella web, empiriche ma reiterate e “in crescendo” con progressione quasi geometrica, si vada in altra direzione. Restiamo con una strana e preoccupante sensazione: quella dell’inerzia di troppi cervelli, soprattutto giovanili, e lo affermo nella prima accezione che offre di “inerzia” la Reale Accademia Spagnola della Lingua. Vedremo se si troverà la forza di cui parla l’Accademia, ma mi sembra di peccare d’ottimismo. Di molto ottimismo. E mi spiace.

2 comentarios:

  1. Cuánta razón tienes, Josto. A veces me sorprendo de que no haya habido más revueltas. Parece que nos conformamos con todo lo que deciden por nosotros nuestros gobernantes y lo aceptamos como irremediable. Cuando hablo con mis alumnos (18 ó 20 años) de estas situaciones, aún me sorprendo al constatar lo poco interesados que están en política. Lo ven como algo ajeno. Están inmersos en esta sociedad del ocio. Como decían los romanos:"Pan y circo".

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  2. Sólo con viajar, pero no como turistas apresurados, y conviviendo con otros pueblos europeos, es fácil darse cuenta de que aquí la banalidad campa por sus anchas. Y que la falacia del “prohibido prohibir” y de que “yo soy amigo de mi hijo” ha hecho auténticos estragos.
    Objetivos? La borrachera del “finde”, el pelotazo y hacerse cada uno sus propias reglas sin que los demás incordien más de lo tolerable. Y pasar, pasar de todo, tronco.
    Pues éste es mi país: España. ¡Qué lástima!
    Julián el perplejo

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