Nos vemos, sin fecha ni horario fijo, en algunas pantalla o sintonía radio italiana o española. Y lo mismo ocurre en medios escritos. Tengo la inmensa suerte de no depender de nadie, de no deber nada a nadie y de poder opinar libremente cuando y donde solo yo lo considere oportuno.
«Fatti non foste a viver come bruti, ma per seguir virtute e conoscenza»
«No habéis sido hechos para vivir como brutos, sino para seguir virtud y conocimiento»
Dante Alighieri, "La Divina Commedia", Inferno - canto XXVI

sábado, 18 de diciembre de 2010

(20) ¿A favor? No, mejor en contra
A favore? No, meglio contro

Con cierta frecuencia me llama algún colega, sobre todo de radio, para preguntarme si conozco o puedo proponerle el nombre de algún italiano representativo, alguien con opinión sobre un tema de actualidad. Se trata, evidentemente, de que alguien dé su versión y opinión con ojos italianos sobre algo del que en Italia se habla y se debate.
  Hasta aquí todo normal. Es frecuente que entre colegas intercurran peticiones de esta naturaleza por el lógico conocimiento de quienes son las personas que suelen estar más atentas a lo que acontece allende los Pirineos.
  Pero menos lógico, y altamente sospechoso, es que la mayoría de las veces a la petición se añada una coletilla: «Oye: mejor que esté en contra... vamos, que dé caña».
  Pues vamos a ver. Si se trata de completar, es decir de ofrecer otra opinión porque ya se tiene alguna en sentido opuesto, favorable a lo que sea, bien. Pero no deja de asombrarme, intrigarme y preocuparme – ¿Seré malicioso? – el hecho de que nunca, o casi nunca, se me pida la indicación de alguien a favor. A favor de qué o de quién sea.
  Son los misterios – o no - de esta profesión, siempre en precario equilibrio y con ganas de llevar la contraria. Aún en contra del contrario.

Con certa frequenza mi chiama qualche collega, soprattutto della radio, per chiedermi se conosco o posso indicare il nome di un italiano rappresentativo, una persona con propria opinione su un argomento di attualità. Si tratta, evidentemente, di far sí che qualcuno dia la propria opinione con occhi italiani su qualcosa di cui in Italia si parla o si dibatte.
  Fin qui tutto normale. È frequente che tra colleghi intercorrano richieste di questo tenore per la logica familiarità con persone che sono abitualmente attente a quanto accade aldilà dei Pirenei.
  Ma è meno logico, e altamente sospetto, che nella maggioranza delle occasioni si aggiunga una precisazione:  «Senti, è meglio che sia contrario... andiamo, che dia botte».
  Vediamo un po’. Se si tratta di completare, vale a dire di offrire un’altra opinione perché se ne ha già qualcuna di segno opposto, favorevole a chicchessia, bene. Ma ciò che continua a stupirmi, intrigarmi e preoccuparmi – sarò malizioso? – è il fatto che mai, o quasi mai, mi si chieda un’indicazione su qualcuno a favore. A favore di qualuqnue cosa o di chicchessia.
  Sono i misteri – o no - di questa professione, sempre in precario equilibrio e con voglia di stare contro. Anche contro i contrari.

1 comentario:

  1. La prensa va mal y la de papel peor que peor. Y si publicara sólo lo bueno, si montar la gresca, en poco tiempo desaparecería. Es lo que hay y la gente que lee, poca, quiere rña, carnaza, tensión. A lo mejor para ver reflejado su propio cabreo.
    Esto, sin embargo, no tiene que ver con que ciertos periodistas fuerzan la realidad y montan el circo.
    De aquí a la extinción de los periódicos el tramos siempre más corto.
    Lucas Romero

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