Una bomba en
el bar Argana de la Jemâa el-Fna de Marrakech, uno de mis bares preferidos en esa
“mi” plaza, que es etapa fija en las últimas cuatro décadas de mi vagabundeo
entre los amigos nómadas del Sahara. La bomba ha estallado por la mañana y a mí
me ha estallado como en mi propia casa. A estas horas – ya es noche,
es decir el día siguiente, y ya transmití el artículo a mi periódico – el balance
provisional es de quince muertos y una veintena de heridos. Pero lo que han
herido, además de unos seres humanos y sus familias, es un cruce de caminos y
de civilizaciones, un rincón Patrimonio oral de la Humanidad, la atalaya desde
la que el desierto ha mirado a Europa y Europa ha mirado al desierto.
No me extiendo más. Lo que siento por la
Jemâa lo he escrito en muchos artículos, lo he contado por radio y en
reportajes de televisión. Y si quieren saber más, en mi libro “Sahara - Viaje a
la sabiduría de las gentes del desierto” hay un capítulo en el que lo cuento
con mayor extensión.
Ahora sólo me queda decir que, en un radio de
pocos cientos de metros alrededor de mi casa, a lo largo de la locura etarra he
visto algunas decenas de cuerpos de seres cobardemente asesinados en unos
cuantos atentados. Siempre me han conmovido las víctimas y me han cabreado los
asesinos. Hoy he vuelto a conmoverme y a cabrearme, en la distancia. Espero que
sea la última vez.
Jemâa el-Fna, dari, nour el aïn…
Una
bomba nel bar Argana della Jemâa el-Fna di Marrakech, uno dei miei bar
preferiti in quella “mia” piazza, che è tappa fissa negli ultimi quattro
decenni di vagabondaggio tra gli amici nomadi del Sahara. La bomba è esplosa al
mattino e a me è esplosa come in casa. A quest’ora – già è notte,
già è il giorno dopo e da qualche ora ho trasmesso l’articolo al mio giornale – il bilancio
provvisorio è di quindici morti e una ventina di feriti. Ciò che hanno ferito, oltre
a esseri umani e le loro famiglie, è, però, un crocevia di storie e di civiltà,
un angolo Patrimonio orale dell’Umanità, la vedetta dalla quale il deserto ha
guardato all’Europa e l’Europa ha guardato al deserto.
Non mi estendo. Ciò che provo per la Jemâa l’ho
scritto in molti articoli, l’ho raccontato alla radio e in reportage per la tv.
E se proprio ne volete sapere di più, nel mio libro “Sahara - Un viaggio alla
saggezza delle genti del deserto” c’è un capitolo in cui ne parlo con maggiore
estensione.
Ora mi resta solo da dire che, in un raggio di
poche centinaia di metri attorno al mio domicilio, nel corso degli anni della
follia dell’Eta ho visto alcune decine di persone vilmente assassinate in vari
attentati. Mi hanno sempre commosso le vittime e mi hanno fatto imbestialire
gli assassini. Oggi mi sono commosso e imbestialito ancora una volta, a
distanza. Spero che sia l’ultima volta.
Jemâa el-Fna, dari, nour el aïn…
Salam Aalaykoum, choukran gazilan, amigo.
ResponderEliminarLe conocemos por la radio y la téle, sabemos que conoze bien el desierto y que tiene muy amigos en los nomadas. Gracias por este dolor y por que a dicho en la radio contra el atentat.
Beslama.
Rachid y Asmâa
Siempre hay alguien que quiere fastidiar cuando las cosas se mueven. El pueblo marroquí no se lo merece y muchos menos un lugar y una gente fascinante como la esa plaza irrepetible.
ResponderEliminarAllí estuve en viaje de novios y allí vuelvo cuando puedo.
Comparto sus palabras. ¡Qué no gane ellos! Viajemos a Marrakech.
Pablo Rupérez
Je suis de Marrakech et je remercie Vous et tous ceux qui sont avec nous et ils disent de bonnes paroles dans Google.
ResponderEliminarMerci, avec mon cœur. Que Allah soit avec Vous. الله يكون معك
Samia
Y eso que muchos dicen que Marruecos es el baluarte contra el terrorismo. Lo que quieren con las bombas es que se aleje aún más del mundo occidental. Con todo lo que está ocurriendo en los países árabes, además, esto es pescar en río revuelto.
ResponderEliminarQue nos cojan confesados porque están allí mismo. Yo lo temo aquí mismo, en Cádiz, que es como la calle de enfrente.
Ramiro López
Soy de Marrakech, habito con mi familia aquí y termino mis estudios en España. En casa recordamos cuando Usted en televisión y en radio nos felicitaba en árabe el Aïd el Fitr. No me extrañan sus palabras de calor por esta desgracia de la bomba. Choukran.
ResponderEliminarFatma Bennani
Anch’io conosco (due indimenticabili visite) quella piazza e quel ristorante-pasticceria. Non potranno mai scalfire il fascino di una piazza che non lascia nessun visitatore indifferente. Sono sicuro che la gente di Marrakech, mezza araba e mezzo berbera, mezzo sedentaria e mezzo nomade come la gente del Sahara, saprà fare fronte ai terroristi. Non passeranno!
ResponderEliminarAlessio Trapani
Pienso que muchos tendrán temor. Pero si alguien puede, este es el momento de darse un garbeo por Marruecos. Muchos más atentados hemos tenido en España y afortunadamente los españoles no nos hemos ido y tampoco han huido los turistas.
ResponderEliminarYo pienso bajar este verano con dos amigas y espero tomarme un té con menta en esa cafetería Argana. Y pintarme una hena en alguna parte.
Pues ¡hasta pronto, Marrakech!
Adela Carabias, Lugo
¿Y dónde hay un lugar en el mundo al que se pueda viajar con total seguridad? Me estoy volviendo fatalista. Marrakech, Nueva York o Madrid. da igual. Pues hay que seguir viviendo.
ResponderEliminarMarcelo