A mí los humoristas, los "columnistas
gráficos" como con mayor propiedad se les suele definir, en sus caricaturas informales siempre me han
tratado sin hacer demasiada sangre. Será por una antigua amistad o por el trato
cordial que mantengo con unos cuantos de ellos, relaciones a menudo forjadas en los cómplices
y esperanzadores años de la Transición. Será porque con algunos he compartido
proyectos, vivencias, episodios o grupos humanos. Será también, creo, porque,
coincidamos o no, nos respetamos en las respectivas expresiones personales y profesionales.
Que es lo que fundamenta la convivencia.
Decir que de
Forges comparto todo sería una tontería. Claro que no. Pero no decir que sin
Antonio la Transición y lo que vino después no hubiesen sido lo mismo, esta sí
que, faltando a la verdad, sería una solemne estupidez. Sus personajes, sus exasperaciones, su puesta
en la diana, sus latigazos y hasta alguna que otra caricia han acompañado a diario
los altibajos de un largo y no fácil camino. Por no hablar de los baches del
presente, a los que Forges les pone el necesario subrayado con la inmediatez
que sólo la imagen, la imagen gráfica inspirada, puede transmitir.
No creo mucho en los oropeles, Antonio. Pero no sabes cómo me alegro cada vez que alguien – da igual, o mejor aún que sea un gobierno – desmiente esa injusticia latina de que "Nemo propheta in patria”. Enhorabuena por la
medalla de oro de Bellas Artes y un gran abrazo. Nos “vemos” en las ondas “marconianas”.
Nelle caricature informali, i vignettisti, i “columnist
grafici” come con maggiore proprietà sono definiti in Spagna, mi hanno sempre
trattato con certa indulgenza. Sarà per
una vecchia amicizia o per il rapporto cordiale con alcuni di essi, relazioni
spesso forgiate nei complici e speranzosi anni della Transizione spagnola. Sarà
perché con alcuni ho condiviso progetti, esperienze, episodi o gruppi umani.
Sarà pure, credo, perché, si coincida oppure no, ci rispettiamo nelle
rispettive espressioni personali e professionali. E questa è la base della
convivenza.
Ad Antonio
Fraguas “Forges”, da anni autore della quotidiana vignetta editoriale di
El País, un umorista la cui lunga e intensa biografia non ha bisogno di
ulteriori ragguagli, mi uniscono ore di radio, viaggi, molti fine settimana.
Tutto nel “circo” che ogni sabato e domenica monta Pepa Fernández con il suo “No
es un día cualquiera” di Radio Nacional de España.
Affermare che di
Forges condivido tutto sarebbe una fesseria. È chiaro che no. Dire, però, che
senza Antonio la Transizione spagnola e ciò che venne dopo non sarebbero state
la stessa cosa, questa sì che, oltre che una menzogna, sarebbe una solenne
stupidaggine. I suoi personaggi, le sue esasperazioni, le sue sistemazioni nel
bersaglio, le sue frustate e persino alcune carezze hanno accompagnato quotidianamente
gli alti e bassi di un lungo e non facile cammino. Per non parlare, poi, degli
intoppi del presente ai quali Forges pone la necessaria sottolineatura, con l’immediatezza
che solo l’immagine, l’immagine grafica ispirata, può trasmettere.
Credo poco agli orpelli,
Antonio. Non immagini, però, quanto mi rallegri ogni qual volta che – fa lo
stesso, anzi, meglio se si tratta di un governo – qualcuno smentisce quell’ingiustizia
latina del “Nemo propheta in patria”. Le mie congratulazioni per la
medaglia d’oro delle Belle Arti e un grande abbraccio. Ci “vediamo” nelle onde
marconiane.
a Antonio
Fraguas “Forges” la Medalla de Oro al Mérito
en las Bellas Artes.
L’8 aprile 2011, il Consiglio dei Ministri ha
concesso
ad Antonio Fraguas “Forges” la medaglia d’Oro al Merito
nelle Belle
Arti.
Sin estar siempre de acuerdo con él, hace tiempo que Forges tenía nuestra medalla. ¡Chapeau!
ResponderEliminarY que siga dando leña, siempre hay alguien que se la merece. Ojo: en todos lados.
Hasta lo próxima viñeta.
María del Mar, Tenerife
Acabo de enterarme. Enhorabuena a Forges por la medalla y felicidades por el comentario.
ResponderEliminarTengo algunos libros de los Años Ochenta con el humorismo de entonces y es verdad que acompañó la Transición. Forges lo hizo como Peridis, Mingote, Máximo, Martinmorales y muchos más que apuntaban a donde la gente recriminaba algo.
Suscribo todo y me gusta, en el comentario, el respeto y el reconocimiento aun sin estar siempre de acuerdo.
Rodrigo M.C.
Tengo a la vista, entre muchos otros libros, un ejemplar de la Historia Forgesporánea. Como en un estante de los de arriba, a lo mejor lleva algo de polvo. Ahora mismo voy a sacarlo para refrescarme la memoria y para quitarme así algunos añitos (no es que tenga muchos...).
ResponderEliminarEnhorabuena, Forges. Y muerde a todos, en todas las direcciones.
Alfonso Camino
Felicidades a Forges y que sigamos viendo sus viñetas, también las que puedan no gustar, por muchos años. Hay que hacer el humor, no la guerra.
ResponderEliminarFelix
No lo sabía y me alegro. Un día de acuerdo, otro discrepando, Forges ha sido un ameno compañero de viaje de las últimas décadas.
ResponderEliminarFelicidades y buen comentario.
Arturo Samano